La cultura vegetariana y vegana están cada vez más de moda entre ciertos sectores de la sociedad. Este auge viene de la mano de otras dos corrientes al alza en los últimos tiempos como son el animalismo y el fenómeno realfooder. La defensa de una comida en cuyo proceso de fabricación no exista sufrimiento animal por parte de unos y la limpieza de alimentos que consumimos por parte de otros han convergido en el crecimiento del veganismo, que rechaza incluso la ingesta de huevo y leche.
Ante esta tendencia, las marcas de alimentos no han tenido más remedio que comercializar productos que respondan a estas exigencias alimentarias. La Isleña, conocida por su distribución de productos de cacao y pasta, es un claro ejemplo con su línea de pastas veganas. Desde Vega y Gijón te contamos todo lo que tienes que saber.
¿Cuándo se considera vegana una pasta?
Aunque la lógica nos lleve a pensar que cualquier pasta es vegana por su composición de harina de trigo, lo cierto es que en la receta tradicional y extendida el huevo también está presente como elemento aglutinante de la masa. Sin embargo, el huevo no se incluye dentro de los alimentos admitidos por los veganos, por lo que para que una pasta cumpla con las condiciones de este colectivo, sus aglutinantes deben ser exclusivamente agua y aceite.
A tenor de lo anterior, toda vez que se ha salvado el obstáculo del huevo en la masa, debe revisarse igualmente la composición de algunos rellenos, como en el caos de los raviolli, tortellini y demás tipos con masas de sabores en su interior. Como es natural, ningún vegano aceptaría ingerir un ravioli relleno de boloñesa, ya que incluye carne de ternera o cerdo. Por esa razón, para considerar que estas referencias son totalmente veganas, además de la ausencia del huevo en la composición de la pasta, cualquiera de los elementos que compongan estos formatos deben estar totalmente libres de alimentos que impliquen la intervención animal.