El agua es un elemento fundamental para el correcto funcionamiento del cuerpo humano. De tal manera que entre los hábitos más saludables y necesarios se encuentra el de beber entre cuatro y ocho vasos de agua al día. Consumir el agua del grifo es una opción, pero poco recomendable si tenemos en cuenta los últimos estudios aparecidos. Por ello, la alternativa más saludable es, sin ninguna duda, beber agua mineral.

Cualquier mayoritsta agua mineral puede explicar de manera sencilla el proceso de embotellamiento previo a la comercialización. Hay que tener en cuenta que la mayor parte del agua embotellada proviene de manantiales totalmente naturales. De la naturaleza a tu hogar. Y el proceso de embotellamiento consiste en unos sencillos pasos que sirven para purificar el agua y corroborar que es apta para el consumo eliminando compuestos como hierro o azufre. Igualmente, un mayorista agua embotellada comprueba que los valores del agua que comercializa se encuentran dentro de los límites que marca la legislación. Por lo que el consumidor no corre ningún riesgo.

La diferencia entre los diferentes tipos de agua embotellada radica fundamentalmente en las características geográficas de la zona en la que se obtiene el agua. Por ejemplo, si el agua en su proceso de extracción se filtra por rocas calcáreas se obtiene agua dura. En cambio las blandas son aquellas que se extraen de zonas ricas en basalto o granito y las semi-blandas surgen de explotaciones en terrenos arenosos. Corresponde luego al mayorista agua embotellada clasificar las diferentes aguas y comprobar su etiquetado. En cuanto al etiquetado del agua, debe incluir la procedencia, su composición analítica, así como los diferentes tratamientos a los que se hubiera sometido ().

Por último hay que indicar que el mayoritsta agua mineral es responsable de conservar las botellas en lugares secos, protegidos de olores fuertes porque las botellas son permeables y se puede contaminar el agua, y lejos de la incidencia directa de la luz solar.