Llega el calor y con él los tintos de verano. El combinado típico en toda España y muchas partes de Europa calma la sed y refresca agradando el paladar a base de vino tinto y gaseosa.
Los tintos en verano
En condiciones normales, estamos de acuerdos en que cada vino tiene su temperatura ideal. En el caso de los vinos tintos, la temperatura ideal es de unos 14 a 15 grados, mientras que los blancos se acercan más a los 8 grados. Para un disfrute gourmet, se conceden unos márgenes de unos dos grados, dependiendo de las temperaturas de ambiente. Así, en verano, cuando hace calor, solemos tomar el tinto esos dos grados más frescos.
Se enfría igual que los blancos, cambiando sin embargo la proporción para tener en la cubitera menos hielo y más agua fría.
Los tintos de verano
Publicar una receta de tintos de verano vale solo como sugerencia. A pesar de ser una bebida refrescante con alcohol económica y sencilla, las preferencias y gustos personales incendian el debate. En lo que se suele estar de acuerdo es que un tinto económico, por ejemplo, de joven crianza, se mezcla con una gaseosa. Las proporciones pueden ser de un tercio de vino y dos de gaseosa. A gusto se puede añadir una rodaja de naranja o limón, pero sin convertirlo en sangría o ensalada de fruta. Los cubitos de hielo, cuanto más, mejor, para que mantengan la bebida refrigerada. La gaseosa con aroma cítrico no se considera receta tradicional, pero es muy popular. En cambio, mezclándolo con Cola pasaría a llamarse Kalimotxo.
Mientras que unos lo sirven en copas de tubo, otros prefieren jarras. Lo más importante del tipo de copa es que sea refrigerado.
Un toque extra es añadirle un poco de Martini, al estilo italiano.
Vega y Gijón distribuye vinos en Canarias, de primeras marcas como Tinto Figuero.