La lasaña a la boloñesa es uno de los platos más populares de la cocina italiana a nivel internacional. Es una deliciosa mezcla de pasta en láminas, una salsa con carne molida y queso gratinado.
Orígenes y libros de cocina
Asociamos a la lasaña con Italia y específicamente con Bologna. En su largo recorrido ha experimentado variaciones en la receta por regiones. Se menciona en uno de los primeros libros de cocina italiana, escrito a mediados del siglo XIV, conocido como el Libro per cuoco. Como creadora de la lasaña figura la italiana Maria Borgogno en el año 1316.
Por otro lado, un periódico británico causó polémica, cuando publicó que la lasaña se inventó en Gran Bretaña. Hace referencia a un libro de recetas preparado para el Rey Richardo II en 1390.
Por último, el nombre de este plato estrella tiene su origen en el griego “lasanon”, y latín “lasanum”, haciendo referencia al cazo en el que se cocinaba.
Ingredientes de la lasaña a la boloñesa
Estas primeras recetas incluían nueces molidas, y la mezcla de especias y azúcar apunta a una mezcla de dulce y salado. A lo largo del tiempo, la receta fue variando hasta tomar la forma que conocemos hoy en día, en el siglo XVII. Se preparaba con carnes asadas, de caza y sobras, en una salsa de tomate.
Hoy en día la carne más utilizada es la carne molida, habitualmente una mezcla de cerdo y ternera. Esta se elabora en una salsa jugosa de tomate y especias, y se va alternando con las capas de pasta. En la elaboración, la primera y la ultima capa es la de la salsa. Sobre la ultima capa de salsa se añade una bechamel y queso rallado.
Variaciones vegetarianas
Tal y como se merece un plato tan popular, hay muchas variaciones en las recetas. Una variante es la sustitución de la carne por marisco. Otras variantes deliciosas optan por una salsa de verdura, llegando incluso a optar por planchas de verdura en vez de pasta.
En todo caso, la lasaña es un plato perfecto para el invierno, recién sacado del horno y con un jugoso relleno que atrapa todos los sentidos.