Proceso de envasado del atún en lata
Gracias a sus bondades gastronómicas, el atún es uno de los pescados azules más apreciados por los consumidores a lo largo del mundo. El atún en lata no suele faltar en ningún hogar, ya que es un recurso muy socorrido para realizar multitud de preparaciones culinarias de forma rápida y tiene la ventaja de poder almacenarse durante tiempos muy prolongados sin perder sus vitaminas, propiedades nutritivas y manteniendo su sabor.Fases del proceso de envasado del atún en lata
- Recepción y clasificación del atún: El primer trabajo es recepcionar el atún, comprobar su estado y proceder a su clasificación por tamaños.
- Fase de limpieza, corte y eviscerado: Seguidamente se procede a lavar el pescado a una temperatura entre 3ºC y 5ºC. Se extraen las vísceras, se corta el atún y realiza otro lavado para eliminar sangre y otros restos.
- Cocción del atún: Se introduce el atún en ollas herméticas a una temperatura de 100ºC a una presión 12 PSI. Teniendo en cuenta el peso de las piezas se calcula el tiempo de cocción, aproximadamente se mantiene una hora por cada 9 kilos que pese.
- Eliminación de cabeza y espinas: Tras su cocción, se procede a retirar cabeza, espinas y piel.
- Llenado de latas: Manualmente o mediante una máquina dosificadora se rellena el atún en lata.
- Vertido de líquido de cobertura: Cada tipo de atún en conserva es rellenado con un líquido de cobertura (agua sola o en una solución sódica, aceite, salsa).
- Sellado y lavado de envases: Una máquina automática cierra herméticamente sin dejar aire en el interior del atún en lata, realizando un proceso de doble vacío a una temperatura entre 50ºC y 70ºC.
- Esterilización: A continuación las latas se introducen en una máquina esterilizadora durante una hora a una tempera tura de 118ºC y a una presión de 12,5 PSI. De esta forma se elimina cualquier tipo de microorganismos en las conservas de atún.
- Etiquetado y embalado: Cuando las latas de atún en conserva se enfrían, son etiquetadas y embaladas.
- Almacenado y cuarentena: Finalmente se almacenan en condiciones óptimas para su conservación y se mantienen un periodo para realizar un control de calidad, detectando si el atún en conserva presenta algún defecto como abombamientos, grietas o abolladuras.