El chocolate es uno de los ingredientes más apreciados en repostería. Su sabor es delicioso y sus posibilidades de utilización son muy amplias, pudiendo ser utilizado como elemento principal, acompañamiento o para decorar. Se trabaja con facilidad y permite obtener resultados estéticos muy atractivos en la presentación del postre. La tableta de chocolate es la forma de presentación del producto más habitual en los hogares. Este formato permite ser almacenado con comodidad, estando listo para ser consumido directamente o fundido para elaborar diferentes postres.

Diferentes usos de la tableta de chocolate en la elaboración de postres caseros

  • Bebidas.- El chocolate con leche o con agua, los batidos y los granizados son las bebidas que más frecuentemente son elaboradas a partir de una porción de tableta de chocolate. Su elaboración consiste en fundir el chocolate para conseguir que presente un estado líquido y combinarlo con otros ingredientes.
  • Cremas.- Este tipo de postres presentan una consistencia a medio camino entre líquido y sólido. La tableta de chocolate generalmente suele ser fundida y agregada con otros ingredientes, aunque el sabor del chocolate marca estas preparaciones. Algunos ejemplos son; crema de trufa, flan, pudin, espuma, natillas y soufflé.
  • Masas.- Bien fundiendo o rallando la tableta de chocolate, se agregan en la preparación de masas de bizcocho, tartas, pasteles, tortas, bombones, galletas, rosquillas y pastas. La variedad de preparaciones es muy amplia; magdalenas, muffins, brownies, trufas, cupcakes, turrón…
  • Rellenos.- El chocolate es uno de los rellenos más utilizados en la elaboración de repostería. Se utiliza solido en porciones de tableta o en pequeños trocitos (empanadas, magdalenas, bollos, tartas…) o en estado cremoso (napolitanas, tartas, cañas, pasteles, bollos, cruasán, bizcocho, brazo de gitano…)
  • Coberturas y decoraciones.- Es un ingrediente fantástico para decorar y presentar postres. Puede fundirse y naparse sobre el postre (en tartas, rosquillas, palmeras, milhojas, galletas, tortas, pastas…), rallarse por encima (tartas, pasteles, cremas, soufflés, roscones…) e incluso elaborarse figuras, formas geométricas, escribir, labrados, dibujos…etc.