¡Encurtidos a la mesa!

Los encurtidos se suman a la tendencia de alimentos fermentados, presentándose en restaurantes Michelin y blogs de dieta sana. Las tiendas gourmet ofrecen delicias de colores llamativos en tarros que parecen sacadas de la despensa mágica de la abuela. Son un gran acompañante o aperitivo. Verdura, fruta o carne, hay encurtido para cada ocasión.

Que son los encurtidos

Fermentación es el proceso clave para convertir un alimento en encurtido. El alimento fresco se sumerge en una solución de sal, lo cual baja su pH y aumenta su acidez, prolongando así el tiempo de conservación. Añadidos típicos son la mostaza, el clavo y la canela.

Los encurtidos vegetales más conocidos son

  • Pepinillos: Hay de diferentes sabores según el país que visitamos. Eneldo, ajo, pimienta y jengibre son algunos ingredientes que se añaden a la salmuera.
  • Chucrut: En Alemania y Alsacia no se puede imaginar un plato de comida casera sin chucrut. Acompaña a costillas, salchichas y cordero. El chucrut húngaro es de variedad más picante.
  • Guindillas: Acompañan a platos de sabor fuerte, como estofados y lentejas.
  • Remolacha: De color intenso y propiedades nutritivas, da el toque perfecto en ensaladas y como acompañante de platos principales.
  • Zanahoria y cebollitas son otros encurtidos populares.

La fruta encurtida no es tan conocida, pero hay muchas recetas ricas a base de melocotón, ciruelas y sandías y frutos rojos como el arándano o la fresa.

Corned Beef & Pastrami

La carne en lata ya se exporta desde 1600 en Irlanda. Corned Beef como el nombre indica, es carne de ternera. Corn se refiere a los granos de sal que contiene. Se trata primero en salmuera y después se hierve en vinagre. Es ingrediente básico en recetas de tacos, pasta y sándwiches.

Pastrami suele ser ternera o pavo, preparada en salmuera. Se ha vuelto muy popular en Estados Unidos en tiendas de delicatesen. En sándwich con pepinillos y chucrut se aprecia su rico sabor.

Los encurtidos se recomiendan como picoteo por su bajo contenido de grasa. Las aceitunas son una excepción deliciosa pero cargada de un 15 a 30% de grasa.

Vega y Gijón es mayorista distribuidor de encurtidos en Canarias.

 

 

 

El proceso de envasado de las aceitunas

Cómo es el proceso de envasado de aceitunas

Desde que las aceitunas se recogen en el campo hasta que llegan al consumidor, hay todo un proceso que a menudo es desconocido por la mayoría. Para arrojar algo más de luz sobre el proceso de envasado de aceitunas, vamos a conocer cuáles son los pasos que se siguen a lo largo de éste.

El proceso de envasado de aceitunas comienza con la recogida en el olivar. La recogida se sigue haciendo, en la mayoría de casos,  de manera tradicional, y aún se necesitan expertos olivareros que sepan cómo varear sin maltratar el árbol y con fuertes brazos para cargar las pesadas cajas que acabarán transportando hasta una primera cinta de lavado donde se eliminarán la mayoría de impurezas. Una vez limpias, se procede a clasificar las aceitunas según su tamaño o calibre, descartando aquellas demasiado pequeñas o que han sufrido algún daño durante el transporte.

Las aceitunas seleccionadas se depositan en barriles de unos 150 kilos, donde son cubiertas con una salmuera natural formada por agua, sal marina y una selección de especias naturales que confieren el sabor característico de cada marca.

Pasado un tiempo prudencial en el que adquieren la esencia de esta salmuera, llega el momento de envasar las aceitunas, aunque previamente a su introducción en tarros, se vuelve a realizar una nueva supervisión de tamaño y desperfectos para asegurarse que sólo las aceitunas de más alta calidad llegan al consumidor final.

Cada tarro se llena con aceitunas y un poco de la salmuera utilizada previamente. Una vez cerrados, los tarros se van apilando en unas bandejas de metal que serán introducidas al baño maría para proceder a la pasteurización de las aceitunas. Este es un paso fundamental en el proceso de envasado de las aceitunas, pues si se realiza correctamente, cada tarro podrá conservarse hasta 2 años de forma natural sin necesidad de conservantes o estabilizantes.

Finalmente sólo quedará etiquetar los tarros e introducirlos en cajas, listos para ser distribuidos.

Con esto termina el proceso de envasado de aceitunas a falta de la prueba de calidad más exigente, el visto bueno del consumidor.