Brindamos con Cava

Una fría botella de cava, unas copas y buena compañía. En las navidades, fin de año y cualquier celebración que acompañe un brindis, podemos contar con sus burbujas doradas para hacer la ocasión más sabrosa.

Cava y burbuja

Meter la burbuja en la botella no fue fácil. En 1662 el científico Christopher Merret documentó la práctica de productores de vino de añadir azúcar y melaza para un efecto espumoso. Estimula la fermentación secundaria que produce las burbujas en el vino espumosos. Casi un siglo tardó la perfección de los químicos en determinar la cantidad perfecta de azúcar que no causara la explosión de la botella. Merret estaba muy interesado en las características del vidrio. Sus apuntes sobre el azúcar eran de importancia secundaria para él, pero son una fascinante fuente de información en la historia del vino.

Cava y brindis

A finales del s XIX ya se había convertido en una bebida popular en Europa, y símbolo de apertura de festividades. Con la Revolución Francesa y la sustitución de fiestas religiosas por seculares aumentó su consumo como bebida preferida. Barcos se bautizaban con el agua bendita del champán y abrir una botella de cava en una boda, con su sonido pop a la hora de descorchar, es simbólico de la alegría y abundancia que queremos compartir. Su simple presencia y el rito de apertura está tan cargada de significado, que el consumo posterior no es obligatorio, como es el caso de ganadores de algún evento deportivo, como la Formula 1.

Los brindis, cuenta la historia, vienen de la boca de Carlos V, cuando dijo “bring dir’s” en alemán, que traduciremos como “te lo ofrezco”. A la hora del brindis, se coge la copa, en la base, para no añadir calor de la mano al líquido refrescante, se comparten buenos deseos intercambiando miradas y se pueden o no acercar con otras copas para un suave entrechoque.

Vega y Gijón, distribuidor mayorista de Cavas en Canarias, brinda con todos sus lectores y les desea ¡Felices Fiestas!

 

 

 

 

Cómo la uva llega a la botella

Los 5 pasos de la vinificación, o la unión de arte y ciencia

123 millones es el número que ronda las noticias estos días. Son los kilos con los que la vendimia en la DO Ribera de Duero bate los récords en España en 2016. Repasemos lo que ocurre desde la vendimia hasta la botella de vino que llega a nuestras manos para ser catada y disfrutada.

 

La Cosecha

El primer paso es la cosecha y el momento correcto determina la acidez, dulzura y sabor del vino. La acidez y dulzura deben estar equilibrados. Un factor que no se puede ignorar es el clima. Se hace a mano o con maquinaria y las uvas recogidas se llevan al viñedo donde se separan las uvas en mal estado.

 

El Despalillado y Estrujado

Hoy en día se lleva a cabo con máquinas principalmente, pero aún tenemos presente el método tradicional de estampar las uvas con los pies. El objetivo es extraer el mosto. Las uvas que se convertirán en vino blanco reciben un tratamiento más rápido para separar el jugo de la piel y así evitar el teñido.

 

Fermentación

El mosto comienza a fermentar en un plazo de 6 a 12 horas gracias a la intervención de las levaduras naturales. Continua hasta que todo el azúcar se haya convertido en alcohol, de 10 días a un mes o más. En el caso de los vinos dulces, el proceso se para antes de que todo el azúcar se haya convertido.

 

Descube y filtración

En el 4 paso se separan los residuos sólidos, como levadura, taninos y proteínas cuando se traspasa el vino a un nuevo depósito. El método de filtración se usa únicamente para los vinos destinados a DO.

 

Envejecimiento y Embotellado

Esta es la fase final de la vinificación. El vino se puede embotellar en seguida o se deja envejecer. Envejecimiento en barriles de madera da un sabor suave y afrutado. Tanques de acero acogen los vinos blancos.

 

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“El vino es una de las cosas más civilizadas del mundo y una de las cosas materiales que ha alcanzado una mayor perfección, al tiempo que ofrece un disfrute y una apreciación posiblemente más amplios que cualquier otra cosa puramente sensorial que pueda ser comprada con dinero.”
― Ernest Hemingway